Evelyn POV
—¿Mi coche todavía no está arreglado, William? —le dije—. Es relativamente nuevo, apenas lo compré. Es raro que se descomponga tan pronto, especialmente porque no es de segunda mano.
Él se ofreció a arreglar mi coche, y ya han pasado unos cuatro días, pero todavía no lo han reparado. Me siento mal por mi hijo, que siempre tiene que ir al colegio así, y a veces tengo que reservar un taxi para ellos para que su niñera no tenga problemas. Si no se arregla pronto, quizá compre un coche nuevo, uno completamente nuevo y de último modelo.
—¿De verdad necesitas un coche, Evelyn? —dijo William—. Puedo comprártelo.
—¡Dios mío! ¡Para, William! No puedo dejar que hagas eso de nuevo, especialmente con cosas tan caras. ¡De verdad no lo aceptaré si decides comprarme un coche! —le dije, sujetándome la cabeza por el estrés que me causaba este chico.
Él se rascó la cabeza, como confundido sobre en qué se equivocó con lo que dijo. ¿Es normal que gaste sin considerar el precio de lo que compra