Jesse
Las luces me cegaban. El ruido de las calles ensordecía mi mente. Los miles de aromas que inundaban mis fosas nasales me hacían querer huir.
Querer escapar. Querer volver a casa. Volver con ella...
Siempre que venía a esta ciudad, me recordaba solo una cosa. Mis padres, mi antigua vida y la razón por la que seguía con esto; como pude ingresé al edificio central que se alzaba imponente sobre mí y entré.
Todos me saludaban con asombro y felicidad combinados. Se sorprendían de verme en tan poco tiempo y los entendía. Yo mismo estaba sorprendido por encontrarme aquí, en este lugar y no con Lena mientras atraviesa el dolor de la partida de su padre adoptivo. Como pude, me adentré en el ascensor lleno y me detuve