Hestia sentía como su vampiro, llamado Poseidón se frotaba en ella. Él había olvidado el condón, francamente con el alcohol en su sistema y semejante mujer dispuesta ni había pensado en eso.
Abrió sus piernas aún más y se hundió de una sola estocada en ella. Hestia sintió dolor y placer, pero eso no importaba. Era lo que menos le interesaba cuánto pudiera doler, solo deseaba ser follada como nunca antes.
Él se movía demasiado rápido y fuerte, algo que acabó por hacer que cuando ella llegara al orgasmo y lo apretara con sus piernas y también con su estrecho interior lo arrastrara al mismo abismo.
-Diablos- Dijo apenas audible con agitación. Ella no pudo escucharlo, estaba demasiado agitada después de haber recibido tal placer
Él salió de ella sintiendo que le había fallado a semejante mujer, ¿Dónde estaba su resistencia física? Pero Hestia no estaba dispuesta a dejar que el encuentro fuera tan breve y lo arrojó a la cama para volver a besarlo y guiarlo a su interior.
Él se endurec