Capítulo 31

Al terminar la reunión con Roberto e Ignacio, Enrique cerró la puerta de su oficina y se cruzó de brazos. Javier sólo bajó la mirada y comenzó a llorar. Su padre no suavizó el gesto, pero bajó los brazos acercándose a su hijo.

- ¿Qué hiciste? Conozco tu sentimiento de culpa.

-Padre, yo… la perdí. Por estúpido.

- ¿Y por qué otra razón si no?

-No me digas eso, no lo necesito ahora.

-Javier, al fin tenías a la

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