Decepción

El mesero llegó justo en ese momento con nuestras ordenes, callando las palabras de Katie de inmediato. Siento sofocar con mi propio aire ya que hace mucho no me encontraba en una situación tan incómoda y casi mortal para mi nervioso corazón. Incluso las manos no me dejan de sudar, delatando los nervios tan grandes que siento por dentro. Vamos, Keith, no es momento para acobardarse, y menos cuando la mujer que tienes a lado tuyo está mirándote con ternura y comprensión.

—Soy toda oídos, papá — dijo Katie una vez el mesero se marchó—. ¿Qué sucede? Te escucho.

Tomé una gran bocanada de aire antes de empezar con mis palabras. Bajo el mismo nerviosismo, limpié mis manos sudorosas con mi pantalón, y Melanie atrapó una de mis manos con la suya. Acarició el dorso de ella, brindándome un poco de tranquilidad y fuerza, pero
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo