Narrador Omnisciente

Esa mañana Elijah, no aguantó y terminó colándose a la habitación de su amiga, como lo hacía siempre.

— ¿Qué sucede Eileen? ¿Qué tienes? — Le preguntó y la chica solo se sonrojó.

Elijah, la miró extrañado, ella se levantó de la cama y minutos después se arrepintió, cuando la mirada de su amigo se dirigió asombrado y preocupado a la cama, recordando la enfermedad de su tía, cuando vio una mancha de sangre.

Eileen, de doce años miro hacia el mismo sitio y...

— ¡Oh¡ — exclamó con pesar dirigiendo apresurada su mirada hacia su pijama, lo cual evidenciaba el cambio que se había producido en el cuerpo de su amiga.

Pero... al observar a Elijah, se dio cuenta lo asustado que este estaba, ella muchas veces también había presenciado las hemorrágias constantes en la tía de su amigo y la cantidad de transfusiones sanguíneas que constantemente le hacían.

— ¡Oh, no Elijah! no estoy enferma, es solo que…

Elijah, aunque tarde, comprendió lo que sucedía y se arrepinti