Eileen Williams.
Esa tarde cuando vi a mis compañeros de equipo de tarbajo, suspiré con tranquilidad. Todos estaban bien a pesar de que Axel, estaba herido; la bala solo rozó su brazo derecho.
— ¿Quédate esta noche conmigo? — Me solicitó mientras yo conducía su automóvil.
— Estás herido, Axel. — Le dije señalando su brazo.
— Lo sé, cielo. Solo quiero dormir contigo. Busquemos los chicos y vamos a la casa. — Planteó mientras acariciaba mi mejilla.
Sonreí, sabía el infierno que se podía pasar mientras se estaba en una de las misiones; sobre todo las que siempre tomaba Axel. Estas eran tan arriesgada que siempre estaba su vida en peligro, no es que la nuestra no lo estuviese, este trabajo siempre es un riesgo, pero las misiones de Axel, siempre estaban en el abismo de la muerte; él, era uno de los mejores del equipo, sino hubiese sido por él y por Brais, hace unos meses hubiese quizás hasta perdido la vida por imprudente.
Me dejé ganar por el deseo de venganza y me adelanté