Alexis llegó a la empresa y se dirigió a su oficina. Como siempre pasó sin saludar a nadie e ignorando a todo mundo.
Al entrar, su amigo Cristian estaba ahí sentado junto al escritorio, Alexis lo vio y se sentó en su cómoda silla.- Puntal como siempre – dijo Cristian, mientras observaba su elegante reloj.- ¿A qué has venido? - Preguntó Alexis, a la vez que prendía la laptop, había trabajo que hacer y perder tiempo no era una opción para él.- A felicitarte, lograste que Ashley firmara el contrato - Cristian estaba al pendiente de todos los planes de su amigo, pero jamás pensó que Ashley aceptará, al parecer la subestimó. Sonrio y volvió a decir con un tono desanimado - Todavía sigo sin creerlo – cruzó sus brazos e inclinó su espalda al sillón - pensé que ella era diferente, pensé que podía dejarte en tu lugar y hasta con las ganas.- Sólo ofréceles que le darás todo a bandeja de oro y ellas aceptaran – dijo Alexis muy serio con su mira