Emiliano palideció al mirar aquella mancha de sangre, sin pérdida de tiempo, cargó a Karla en sus brazos.
—¡Necesito ayuda! —gritó mientras subía con la chica en brazos hacia la cubierta.
—¿Estás herida? ¿Qué ocurrió? —preguntó enseguida Lu, acercándose a ella.
Karla negó con la cabeza, y Lu de inmediato se dio cuenta de lo que estaba pasando, sintió un estremecimiento en el corazón.
—Van a estar bien, tu bebé es tan fuerte como tú, ya lo verás.
—Eso espero —respondió Karla, con la voz entrecortada.
De inmediato desde el helicóptero bajaron una camilla, y subieron a Karla con cuidado para trasladarla al hospital más cercano que estaba en las islas Galápagos, dentro de territorio ecuatoriano, y lo mismo habían hecho con Mónica.
El resto de chicas corrieron a cambiarse, tenían golpes y heridas menores, pero no querían llegar a tierra, y que sus familiares las vieran vestidas como unas prostitutas, y luego en varios helicópteros fueron trasladas al hospital, requieren una valoraci