Joshua se quedó un poco atónito. Vio que el pelo de Astrid estaba un poco desordenado y ligeramente rojo alrededor de los ojos. ¿Así que había salido temprano por la mañana? ¿Pero qué hacía así?
–¿Qué demo… que te paso?– Joshua quiso inconscientemente ayudar a Astrid a arreglar su desordenado cabello negro, pero justo cuando su mano estaba a punto de levantarse, la bajo de nuevo.
Con lo apresurada que iba, Astrid no se percató de los movimientos de Joshua, y le agarró del brazo rápidamente: –¡Joshua! Sé quién lo hizo.
El traje de Joshua se arrugó un poco por el agarre de Astrid. Quito la mano y enderezó sus puños –¿Sí? ¿Quién fue?– No esperaba que esté tonta ama de casa fuera muy confiable en este momento. Había pensado que Astrid esperaría a que él comprobará la causa de este asunto...
Astrid de repente dudó un poco y retiró la mano. Su otra mano apretó el puño con fuerza. Sus ojos miraron a Joshua y respiró profundamente, –Fue Marilyn, fue ella quien hizo esto.
Joshua reac