Anteriormente...
Caminamos los dos por él pasillo, hacia la oficina del director, sin decir una palabra, ya que él entrenador estaba en él medio, gracias a él no fue tan incómodo. Pero lo incómodo no fue ahí, sino la sorpresa que nos llevamos al llegar a la oficina del director.
—¿Papá? —dice Ángel sorprendido.
—Hola Hijo—dijo él—¿Por qué no me sorprende que estés acá?—añade —. Dime y ahora ¿Qué hiciste?
...
Louis
—Se estaban peleando en el Gimnasio—dice Él entrenador.
—Peleando...—dijo cómo si fuera algo normal en Ángel, en verdad si lo era—. Pero ¿con quién? — Y ahí es que El señor Anderson nota mi presencia—. ¿Louis?
—Hola Alonso—digo moviendo mi mano, para saludarlo.
—Gracias entrenador por traerlos, yo me encargo—comenta Alonso y mira al director—. Claro con su permiso.
—Claro, son todos suyos—dice él director.
—Pues los dejo—expresó el entrenad