Mara
Esa noche Ammos llego como de costumbre a nuestra rutina de llevar a los niños a sus camas y leer cuentos. Luego me acompaña al dormitorio y mientras me preparo para la cama el anuncia que bajara y estará en su oficina trabajando. Ya que quiere despejar su agenda para el parto así me acompaña los días siguientes.
Como siempre, solo le digo que este bien y que lo quiero, ocultar este dolor es dificil pero Selene es mi fortaleza en esta situación.
-¿que ocurre preciosa?-pregunta Ammos-estas diferente.
-estoy cansada Ammos, solo es eso-le dije tranquilizandolo.
-de no tener trabajo me quedo a acompañarte, pero te prometo que a penas acabe, regreso y te hago esos masajes que tanto te gustan-decía Ammos besando la cabeza de Mara
-no te preocupes-dije viendolo salir de la habitación.
Dieron las 22 horas y aun no regresaba a la habitación.
Eran las 23 y ya no podia tratar de dormir, me levante y abrí la ventana para refrescar la habitación.
Siendo las 24 me cuestionaba la desición de