PDV Narrador.
Pilar se sentó en la cama de su recamara para invitados a despertar a su amiga que seguía dormida, estaba emocionada por contarle su experiencia.
– Vamos, Bella durmiente, despierta – exclamó pasando la mano por la cascada de cabellos que le cubría la cara de su amiga.
– ¿Qué hora es? – respondió Isabel desperezándose.
– Las tres de la tarde, ¿no tienes hambre? Te hice unas tostadas con ensalada de frutas.
– ¡Oh, Por la virgen! Qué tiene esta cama que me hace dormir tanto. Dijo y ambas se rieron.
– Déjame verte – pidió Isabel, ya levantada de la cama – Pilar, la sonrisa sin duda me dice que tuviste una noche con un buen orgasmo.
Esta última se sonrojó antes de responder.
– En realidad cuatro más que buenos orgasmos.
Con la boca abierta de par en par Isabel solo podía parpadear ante su amiga que relucía aún trasnochada y sin maquillaje. Solo con un pantalón de mezclilla beige y una franelilla negra de tiros.
– Déjame po