Susana conducía a las chicas hasta las habitaciones, abrió la primera puerta indicándole a Zoé que pasara.
—Esta será su habitación señorita.
—¡¿Solo la mía?!
—Si. La habitación de su amiga estará a su lado. Esta es la que compartirá con el joven Jean Pierre.
—¿Compartir? Pregunta atónita.
—Así lo ha hecho saber el señor Dubois, señorita.
—¡Dios! Exclama.
—Tranquila, voy a estar aquí contigo no pasa nada. La anima su amiga.
Después de acomodarse y refrescarse un poco las chicas bajaron a la planta de abajo, Antonie las había enviado a llamar. Así que Susana las llevo hasta la terraza donde las esperaba el señor Dubois listo para tomar el desayuno.