Vítor
Abrí los ojos y empecé a verlo todo borroso. Levanté el brazo hacia la cara, pero cuando llevé la mano a frotármela, sentí que algo la detenía. Como si estuviera pegada a algo. Entonces levanté el otro brazo y noté que tenía agujas dentro de la mano. Levanté la ceja. ¿Qué coño es eso? Viendo un poco mejor, noté que donde estoy parece... ¿Un hospital o clínica? ¿Pero por qué estoy aquí? ¡Y estas putas agujas me están molestando! ¡Quiero salir de aquí!
Entonces alguien entró en la habitación. Miré a mi alrededor y vi que era mi hermano Bernardo.
- Bernardo, ¿qué hago aquí? - le pregunté. Él se acercó.
- Vitor, cálmate. - Dejó el vaso en la mesa a mi lado, creo que era café.
- ¿CALMARME? ¡ESTOY EN ESTA PUTA HABITACIÓN Y TODO AGUJEREADO! - grité.
Estoy angustiado por estas cosas en mi mano. Moví la mano hacia otra para intentar sacarla, pero mi hermano me lo impidió.
- ¿Qué crees que estás haciendo? - preguntó sujetándome la mano. Luego me soltó.
- ¿Tú qué crees? ¡Voy a quita