Abby
— ¿Estás dormida?
Estoy a punto de contestar pero mi cuerpo está tan envuelto junto al suyo que es una nube de relajación extrema, no puedo mover ni mis pensamientos, siento como su pecho sube y baja rítmicamente, entreabro mis ojos para mirar la hora: 4:56 am... y antes de cerrarlos por completo...—Te quiero, Abby.... —es un débil susurro.
Abro los ojos a punto de salir de su órbita, mi corazón se acelera, no me muevo, hasta podía jurar que dejo de respirar:
« ¿Había escuchado bien?»
Intento dormir, pero mi mente se repite: «Te quiero, Abby» un tic aparece en mi ojo derecho, ¡Deja de pensar! Debió de ser el momento, o lo dijo sin pensar... Es un lío dentr