Perspectiva de Luciana.

Entro en la casa y cierro la puerta rápidamente, me siento cansada y sobre todo abrumada, estuve a punto de permitir que Sandro me besara y ahora no dejo de pensar en ello, que es lo que paso por mi mente en todo este tiempo he estado tratando de negarme a la atracción que siento por el, pero ahora que el dio el primer paso estaba dispuesta a dejarme llevar y no se si eso sea una buena idea, ósea se que es excelente en la cama pero me refiero a que si eso ocurre y nos arrepentimos seria un gran problema para ambos y sobre todo para la estabilidad que pretendemos que Alana tenga en su vida, eso no debe pasar y sobran razones que lo confirman aunque ahora no se me ocurre ninguna, solo puedo pensar en Sandro y porque tenía que sonar su teléfono.

A la mañana siguiente me levanto sintiéndome más cansada que cuando me acosté, no pude dormir en toda la noche entre el reflujo, incomodidad y Sandro, no pegue el ojo en toda la noche y hoy tengo que acompañar a Paola y M