Narra Katherine
Cuando vuelvo a saber de mí, el constante pitidos proveniente de algún lado hace estallar mi cabeza, abro los ojos solo para mirar el techo blanco y los vuelvo a cerrar rogando porque mi cerebro vuelva a desconectarse pero no lo logro.
Sobre abro mis ojos cuando recuerdo donde estoy, en un hospital, quiero levantarme de la cama pero no puedo.
-Katherina- la voz de mi madre se filtra por mis oídos y la miro a lado de mí, me recuesta suavemente sobre la cama de nuevo.
-Todo está bien, debes respirar cariño - no sé a lo que se refiere hasta que el sigo sus movimientos, estoy tan acelerada que la máquina de pitidos lo señala, repito sus acciones para respirar más profundo y se calma.
-Mi bebé- es lo único que logro decir con la garganta seca.
-Shhh, están tomando análisis, estuviste sedada por un tiempo, pero debes estar, tranquila - paso mis manos por mi estómago y miro la ventana, aún es de noche pero ha dejado de llover.
-Y Edward- mis ojos vuelven a ella y suelta una l