AURORA SUMMER
—Toma esto —dijo la enfermera mientras me entregaba una caja de prueba de embarazo, pero yo negué con la cabeza.
—No estoy embarazada, solo estoy deprimida y triste, por eso mi estómago reacciona así; además, siempre usamos protección.
—Señorita Summer, sabe que siempre existe la posibilidad de quedar embarazada, incluso usando protección. Esas cosas no siempre funcionan —dijo, entregándome la caja, y yo solo la miré.
¿Y si realmente estoy embarazada? ¿Qué haré? Ya habíamos hablado de tener tres hijos, de formar una familia, pero ahora sé que todo eso era mentira.
—Solo para estar segura, Aurora, hazte la prueba —dijo Maju. Me giré hacia ella y asintió en señal de ánimo.
Me levanté y caminé lentamente hacia el baño. Oriné en un pequeño recipiente antes de usar la varita para tomar la muestra. Luego, esperé conteniendo la respiración mientras mis manos se humedecían y los latidos de mi corazón se aceleraban.
Mis ojos recorrieron cada rincón del baño, menos la prueba. Sabí