Ya adentro ambos me miraron muy serios y empezaron a explicarme. “Necesitamos apoyo Aldo, la granja quedará arruinada si no hacemos algo pronto”.
Yo los observe comentando. “Estoy trabajando en ello”.
Mi mamá habló. “No hay tiempo y necesitamos una solución rápido”.
Los mire en silencio, algo no me gustaba en esta conversación.
Mi madre siguió hablando. “El alcalde nos puede apoyar, tiene suficientes recursos, pero pide algo a cambio”.
Ella miró a mi padre y siguió. “Quiere que tú y Miriam se casen”.
Trague grueso, no teníamos fondos y mi padre pidió un préstamo hace medio año. Yo no tenía opciones. “Necesito pensarlo”.
Mi madre