“¡Dios no me castigues así! que dolor de cabeza”, dije mientras trataba de abrir mis ojos, la cabeza me estaba estallando y la luz que reflejaba desde mi ventana no me ayudaba para nada, “esas persianas no cubren absolutamente nada” dije tratando de cubrir mis ojos con mis manos.
“Persianas?” dije y me senté en la cama y mire hacia mi alrededor, mis ojos estaban abiertos como si fueran platos, este no es mi cuarto mire y comencé a hiperventilar, asustada, que hice? donde estoy?, pensé en mi mente.
Cuando escuche una voz que hubiera deseado no volver a escucharla jamás, “Porque tienes que gritar, vuelve a dormir aun es temprano” dijo el y me quede congelada, gire mi cabeza lentamente y yo vi, ahí estaba acostado alado mío sin camisa y su cuerpo en todo su esplendor, ¡Marcus! grite y mire mi cuerpo que estaba cubierto solo por mi ropa interior y jale