—Asuntos de bodas. —Hace una mueca y Abigail le entrega una carpeta.

—No sabía que estaba comprometido, pero debí suponerlo, un joven tan guapo como usted, seguro tienes a muchas persiguiéndolo. —Le guiña el ojo un poco coqueta.

—Tal vez, pero solo quiero a una —dice enamorado pensando en Holly, mientras que Abigail debe estar pensando que hablaba de su prometida.

—Comprendo, recuerdo el día que me casé, fue una maravillosa —dice muy enamorada de aquel día.

—¿Ah sí? Espero que el estrés valga la pena —comenta leyendo y firmando unos permisos para comenzar a remodelar.

—Si está con la chica correcta que es a quien ama, créeme que valdrá la pena. —Ascher la ve por unos segundos, tenía razón, pero él no se iba a casar con alguien a quien ama—. Y hablando de bodas, espero que eso sea indicios de una.

Ascher se voltea a mirar a dónde veía Abigail y era un chico con un ramo gigantesco de rosas blancas, traía las flores como podía y trataba de dañar su pedido.

—Buenos días, ¿se encuentra la