140: Él sobrevivirá.
Las manos de Henry tiemblan mientras recuesta a Adriel en el suelo, con la sangre saliendo de su abdomen. Se ve mal, demasiado mal.
—Resiste muchacho, descansa, deja que tu lobo te sane —le dice, por lo que Adriel asiente, tragando hondo.
Sabe que alguno de sus órganos ha sido perforado. Raid le dice “resiste, resiste”, casi gimiendo, y él lo intenta.
Cierra los ojos un momento y recuerda a su familia, y luego, de forma clara y mágica aquella sonrisa de Lavinia en el pasillo del hospital.
“No creo que te haga falta.”
Ella considera que él no necesita tener un don para ser increíble. Su pecho se agita.
—Por favor, por favor, Adriel. Debemos saber si es nuestra compañera destinada o no —gime su lobo, trabajando en él.
Adriel asiente. Necesita resistir. Tiene tanto que hacer.
Aprieta la mano de Henry cada que los rastros de plata lo hacen temblar de dolor. Esto le dificulta a Raid curarlo, y no quiere ver el tamaño de su herida, pero sabe que no sanará rápido si al menos no detienen el