-¿Dónde está Hannah?, pregunté a mi padre con desesperación.

-Creo que has perdido la razón Máximo, cuestiona mi padre aún recostado en su cama.

-¡Discúlpate!, me ordena, yo me quedo parado esperando una respuesta, necesito saber de ella y por qué se fue.

La mirada del alfa se posa en mí e intenta tomar el control de mi cuerpo, pero me estoy resistiendo, puedo sentir su gran fuerza que hace temblar mis piernas.

En un sollozo ahogado, se escapan dos palabras que me dejaron en evidencia.

“La necesito"

-¿Qué has dicho?, preguntó y rápidamente bajo la guardia.

Yo me quedé en silencio lamentando mis palabras.

-Habla Máximo, si realmente te interesa.

-Solo hablaría con mi padre, aquel que amaba profundamente a su esposa Rosaline, quién se ha marchado y ha dejado un gran vacío en nuestros corazones.

Mientras digo estas palabras puedo sentir a mi padre, sé que traer todos estos recuerdo lo lastima, pero necesito que vuelva nuevamente al presente.

-Cállate, no hables de ella.

-Por qué no qui