—Creo que Manuel y yo vamos a terminar.
Manuel es alguien que conocí a través de un amigo de Gala hace unos meses. Nuestro romance había sido como un torbellino, lleno de promesas y sueños compartidos. Pero ahora, enfrentando la dura realidad, sentí que debía contarle a Gala sobre el inminente final de nuestra relación.
Gala, que estaba a punto de tomar un sorbo de su cappuccino, detuvo la taza a medio camino. Sus ojos se abrieron de par en par, reflejando una mezcla de sorpresa y preocupación. Dejando la taza sobre la mesa con un suave tintineo, me miró fijamente:
—¿Por qué? ¿No estaban saliendo bien? ¿Cómo es que van a terminar? —Su voz tenía un tono de urgencia, como si quisiera entender y solucionar el problema en ese mismo instante.
Bajé la mirada hacia mi taza, observando los remolinos que formaba el café mientras explicaba:
—Le conté toda la situación de mi familia. —Hice una pausa, buscando las palabras adecuadas—. Como estoy con él con la intención de casarnos, sentí que debía