[ Visión de Aya Stevens]
- Aya, despierta -oigo que me llama Iuri mientras reparte besos por mi cuello.
- Buenos días, marido - hablo con los ojos aún cerrados - no quiero despertarme.
- Tienes que despertarte, hoy va a ser un día movido - me acaricia la barriga - Buenos días bebé - dice y me besa la barriga.
Tras una sesión de besos y caricias matutinas, Iuri se levanta, me tiende la mano y pasamos a ducharnos juntos. Nos preparamos y nos sentamos a la mesa a tomar café.
Cada día que pasa estoy más ansiosa por saber el sexo de mi bebito, Iuri no me dejaba volver al trabajo, decía que era un peligro y que este momento debía disfrutar de mi embarazo y dejarlo a él hacer el papel de padre y esposo, me pareció lindo de su parte. Aunque echo de menos el trabajo, ahora tengo más tiempo para pasar con mi pequeño.
- Tenemos