Capítulo veintisiete

Desperté extrañamente en el hospital, desconocía la situación que me había llevado a tener el incesante dolor de cabeza, había olvidado lo que había pasado las últimas horas posteriores a mi caída. Mi vista estaba mejorada, todo lo borroso que me había quedado del accidente se había ido, estaba impresionada, miraba todo, mis manos, el letrero arriba de la puerta que decía las palabras "Dios es bueno", me sentía bien, pero sentí que me había olvidado de algo importante, que por más que quise no logré recordarlo.

A mi lado había algunas flores, rosas, con un aroma exquisito, me incorporé un poco para verlas. Había algunas tarjetas de "Que te mejores pronto" dibujadas con crayones. Me preguntaba quién podía haberlas dejado, no conocía niños pequeños para que me hicieran algo parecido. La cabeza me dol&iacut

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo