~Daniel~
-Horas, minutos después-
Despierto por un fuerte golpe en mi mejilla, mis párpados intentan abrirse poco a poco; los achino intentando enfocar bien mi vista. Por supuesto me demoro un poco más de lo que quisiera, parpadeó un par de veces y por fin logró ver claramente.
— ¡Por fin te despiertas! —dice un hombre alto, piel blanca, cabello oscuro y ojos negros, muy negros. Me congelo. Sé quién es, el temor quiere hacer acto de presencia, 《¡Es él, es el hombre que me ha perseguido en mis sueños, o mejor dicho, en mis pesadillas》— ya mando a llamar para que traigan a tu madre.
《¿Mi madre?》
Miro a mi alrededor esperando encontrarla, necesito saber si se encuentra bien. Intento mover mi cuerpo, pero lo siento entumecido. Alejo la vista del ser despreciable que me ha aterrorizado en sueños, y observo lo que hay a mi alrededor. Parece un calabozo, esta sucio y con manchas rojas en el suelo. El un leve olor a azufre se cuela en mis fosas nasales; a un lado de mí hay un esqueleto... ¡¿un