-¿A dónde vas? – le preguntó William a Diana mientras despertaba y la veía a ella arreglándose frente al espejo de cuerpo completo.
-Hay muchas cosas que hacer hoy – sentencio.
-No creo que sea tanto, será un matrimonio civil, algo simple.
-Se que será simple, pero también quiero que sea memorable – dijo Diana, dirigiéndole una mirada rápida.
-¿Hablas de un vestido? – inquirió poniéndose en pie.
-De un vestido, de unas flores, de varias cosas que sé que en realidad no te importan.
William se puso en pie, y se acercó hasta donde Diana estaba.
-Por supuesto que me importan – mascullo con la voz ronca.
-Entonces creo que es hora de que hablemos de qué color quieres las paredes de la casa en la que nos mudemos – ella bromeo con él.
William volteo los ojos con fingido fasti