XXXIV. Yo deseo a esa mujer
Punto de vista de Ethan:
Llego a la casa en la tarde después de terminar los asuntos del trabajo, aunque siempre hay cosas que se quedan pendientes y tengo que darle seguimiento en el despacho.
Creo que la Sra. Pembroke está muy feliz de que venga a cenar y a dormir todos los días a la mansión, porque en el pasado podía quedarme hasta una semana en la oficina, sumido en proyectos y más trabajo.
Pero desde hace unos meses, cuando llega cierta hora del día, me dan unas ganas desesperantes de terminar todo el papeleo e irme para la mansión, donde sé que puedo ver a esa persona en cuando entre.
- Bienvenido a casa, Señor- me recibe el mayordomo en la puerta y me ayuda a guardar el sobretodo.
- ¿Cómo ha pasado el día la señora?- hago mi primera pregunta de todos los días cuando llego a casa.
- La Sra. estuvo hoy en su empresa todo el día y llegó hace un rato muy animada. Actualmente, se encuentra en el gimnasio- me relata el Sr. Collins y seguro piensa en su interior que soy como un c