Parte 2 capítulo #1

Escucho como golpea fuertemente un puño en su escritorio y levanto la vista asustada—¡Abre la m*****a boca y responde! ,no te dije que muevas la cabeza como una tonta que no sabe hablar o es muda—grita levantándose de su silla y dirigiéndose hacia mí.

Me agarra con fuerza de un brazo y yo no puedo evitar hacer una mueca de dolor, lo más seguro es que me quede las marcas de sus dedos y con su otra mano siento el fuerte revés que me da, mientras me zarandea—¡Necesito que hagas un buen trabajo o juro por Dios que te haré pagar!, es mi cabeza la que está en juego niña tonta y se acabó el cuento de la universidad no irás más, para lo que debes prepararte es para mantener su cama caliente y embarazarte lo más antes posible, así puedes atarlo a nuestra familia para que sea un poderoso aliado, quizás así se atenga de no vengarse de mí—me espeta totalmente iracundo.

Logro estabilizarme en mis pies y muerdo con mucha fuerza mi labio inferior, evitando derramar las palabras que tanto quisiera poder gritar en su rostro cada vez que él me hace esto.

No respondas mal Allecra, no respondas mal aguanta, falta poco debes aguantar.

Reprimo mi enojo que burbujea por salir y pongo una cara relajada, lo más que puedo y me aclaro la garganta antes de hablar—Está bien padre, entendí, daré lo mejor de mí no lo defraudaré, debe estar seguro que el señor no me devolverá, si pasa eso le prometo acabar con mi vida yo misma—la última parte es la que más me costo decir suavemente y aguantando las ganas de llorar.

¿Por qué nos odia a mí y a mi hermana?, me da vueltas esa pregunta siempre en la cabeza, solo quiero poder huir y llevarme a Isabella conmigo lejos de está familia de locos, porque Luciano es el único que está feliz con la vida que lleva y madre, pues ella nunca va a dejar sus lujos de lado, prefiere mantener las apariencias que vivir pobre.

—Después de todo eres una Cavour, haz quedar bien a la ’Ndrangheta y puede ser que sirvas para algo después de todo, pero por si no te quedo del todo claro puedo usar a Isabella, realmente no sé los gustos de esté tipo, pero estoy dispuesto a todo para salvar mi pellejo, ¡Te quedo claro!—acaba de levantar otra vez la mano listo para darme otro golpe, así que hago lo único que puedo hacer en mi posición, cierro los ojos y me encojo esperando el golpe.

Pero nunca llega, abro lentamente los ojos y veo que Luciano ha agarrado la mano de padre, estoy en shock él nunca me ha defendido, bueno cuando éramos niños sí, lo hacía todo el tiempo, pero ahora desde que está con padre nunca más lo volvió a hacer, padre quita su mano del agarre de Luciano y me suelta dándome un fuerte empujón que casi me tira al suelo, se gira para enfrentar a Luciano, esté a su vez se arregla el traje y los puños, como si no pasara nada importante.

Luego habla lo más aburrido que puede—Si sigues golpeándola de esa manera la rechazara, pero no por inútil, sino porque estás dejándole marcas y así no la querría nadie ni aunque la mandes desnuda—por lo visto eso apacigua un poco a padre porque parecía estar listo para golpear a mi hermano, luego se pasa las manos por su cabello en un gesto de controlar su temperamento.

El cabello de mi padre es del mismo color chocolate como el mío e igual de sedoso, sus ojos son de color verde oscuro, está bien conservado para la edad que tiene 52 años, yo diría que es guapo, pero una vez que lo conoces todo lo bueno muere ahí, se dirige a su silla y una vez que se sienta nos mira a ambos—Tienes razón, es que tu hermana saca lo peor de mí, puedes retirarte Allecra y cuidado con querer escaparte o desobedecerme ya sabes que siempre puedo usar a Isabella, igual ella también heredo la belleza de las Castagna y muy pronto desarrollara sus curvas coma la zorra de su madre, ¡Vete ya, largo de aquí!—brama muy fuerte.

No tiene que decirlo dos veces más, me voy corriendo de ahí todo el tiempo con la cabeza baja para que nadie vea la marca roja de mi rostro, camino rápido hasta que he llegado a mi habitación.

Apenas Bellarosa me ve entrar deja de reír, se cerca a mí muy preocupada, pero le hago un gesto con la cabeza que lo deje pasar y me voy directo al baño.

Lloro llena de rabia y dolor, mordiendo mis labios para evitar que salga ruido alguno no quiero asustarlas más de lo que va deben estar, me miro en el espejo y por suerte no me marco mucho el rostro solo una marca roja producto de su golpe, debo buscar una salida, ojos turquesas tristes me devuelven la mirada, no puedo seguir así y tampoco puedo permitir que me deje sin mis estudios.

No quiero ser una estúpida esposa trofeo como madre, tengo que hacerme mi propio camino aunque me dejen sin herencia no me importa, me lavo el rostro tratando de calmarme, lo seco muy bien y empiezo a maquillarlo, nada cargado, todo muy suave, tapo la marca roja que dejo padre, una vez que estoy satisfecha con el resultado, uso un labial rojo intenso, ya me puse sombra, rubor y rímel, voy a divertirme.

¡No dejaré que me rompas padre!, ni tú ni ese hombre que quiere aceptarme como esposa, juro que no lo harán.

Salgo del baño y pongo una sonrisa falsa en eso soy muy buena es lo que siempre he hecho—Bueno vamos Bella, ¿O quieres quedarte en casa?, porque yo no, Isabella puedes quedarte aquí si deseas, solo hecha llave a la puerta nadie te molestara, pero si me necesitas puedes llarmarme estaré atenta—me dirijo hacia la cama, me saco la blusa, el sujetador y seguido del jean, tomo el vestido y lo paso por mi cabeza, lo voy bajando por mis caderas bien llenas y redondeadas hasta que llega un poco más abajo de mi trasero, tapa lo que debe de tapar, adelante tiene un gran escote aunque no deja ver lo importante, aplico un spray para mi cabello que no se alborote y luzca con brillo.

Me pongo mis zapatos con tacón de aguja y agarro la cartera de mano, me giro hacia Bella que tiene un montón de preguntas, pero cierra la boca sabiamente y le sonríe a mi hermana para que no sospeche que sucede algo, me acerco a Isabella y le doy un beso en su frente—Te quiero mucho y lo sabes, no dejaré que nunca te pase nada, ahora usa lo que quieras de mi cuarto, yo me voy a distraer en una horas vuelvo—ella asiente y me da un último abrazo, me dirijo a la puerta seguida de Bella que se despide también, una vez que salimos esperamos hasta que escucho el cerrojo de la puerta, interrumpo a mi amiga que iba a hablar.

—En la disco te digo aquí no, las paredes tienen oídos ya sabes, ¡Vamos!—seguimos caminando hasta el garaje y veo a mi bebé un Chevrolet Corvette C7 Stingray color rojo cereza, abro la puerta del conductor y me subo, Bella se sube también, presiono el botón de la puerta del garaje para que se abra y poder irme de aquí, manejo hasta la salida grande de la mansión, los hombres de padre solo me dejan pasar, una vez que estoy fuera de ese maldito infierno acelero, con rumbo a Marco´s.

Aunque no creo que me ayude mucho en distraerme, pero no pierdo nada con intentarlo ¿Verdad?

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