—¡Yo!
—¡Yo!
Daniel y Gabriela empezaron a discutir.
—Fui yo quien golpeó, el castigo debe ser para mí, —dijo Gabriela.
—Jefe, ella es una chica, no aguantará el castigo. ¡Yo soy resistente! También es mi culpa, no debería haberle mentido al Jefe, —dijo Daniel.
La mirada de Lisandro pasó de uno a otr