—Para asegurarse de que mi madre aceptara al hombre elegido por mi abuelo, tú y él planearon algo que dejaría sin esperanza a cualquier otro pretendiente. Si no me equivoco, ese hombre era tu esposo Víctor, ¿cierto?
—¡Eso es absurdo! —Yazmin palideció y exclamó—. ¡Tu tío nunca podría haber estado en