Me siento tan extraña al retornar a Depravity. La primera vez que recorrí las inmensas instalaciones de este estudio fue hace un par de meses, yo no era más que la asistente de Patrick y su novia -y prometida. Aquello fue hace sólo unos meses pero yo siento que fue hace muchos años. Para aquel entonces empezaba a notar indicios de que sentía algo más por él «¿a quién engañas, Camila?» No eran indicios, simplemente yo me empeñaba en ver a otro lado. Me daba temor admitir que me gustaba para acabar con el corazón roto. Pues tenía miedo de aceptar lo que sentía, porque aquí estoy con la moral y el corazón hecho pedazos.
Pero como diría mi padre "No hay mal que dure mil años" y este proyecto ha llegado a mí en el momento preciso. Lo que me ha hecho Patrick me ha servido para aprender a no bajar la guardia ni