Ese día Michael y Alison dieron el primer paso a ser más cercanos.
Fueron juntos al gimnasio y al final, cuando terminaron, ambos se marcharon, cada uno por su lado, no sin que antes Alison le entregara la llave de su departamento a este para que pudiera acceder al gimnasio sin problemas.
-Toma.
-¿Qué..?
Aah...
-Si necesitas usar el gimnasio de mi departamento es mejor que tengas la llave, tengo un repuesto no te preocupes, pero ya te dije casi nunca estoy ahí, le informaré al intendente y a los empleados que te quedarás ahí, no te preocupes por nada.
-Gracias Alison.
Te lo compensaré, lo prometo.
-No agradezcas tonto, mejor invítame a cenar en el futuro...
-Trato hecho.
-Bueno, es hora de irme, cuídate Michael.
-Tú también Alison, nos vemos después.
Ambos subieron a sus autos y se fueron.
Al llegar a su departamento Michael se tendió sobre la cama y se soltó a llorar.
No pudo más, lo que Ashley le había dicho le dolió en el alma y pensar en estar con Alison lo consumía.