»Quizás cuando mi vida llegue a su fin en esta esfera terrenal, yo pueda verte mi hermoso pequeño y besarte, abrazarte y darte todo el amor que nunca pude darte… siempre seguiré cuidándote aquí.
Renaldo la atrajo a su cuerpo y la abrazó, ambos tenían los ojos bañados en lágrimas, el pequeño Roberto