Capítulo 54: La extraña mujer.
Club caricias.

—Basta Abel, ya lo de nosotros es pasado. Eso lo tengo muy claro.

—Yo lo tuve claro hasta ahora, perdón Sofía.

—Ya pasaron los treinta minutos. Vamos a conversar en mi camerino, allí te explico muchas cosas y así, de una vez limamos asperezas.

—Están bien, quien quita y luego somos amigos.

—Vamos—lo toma Sofía, por el brazo y sale junto con él. Velozmente, le hace una seña a Salomón, dándole a entender, que todo está bien.

—¿Y ese orangután? —pregunta Abel, al ver percatarse de la complicidad entre ellos.

—Es Salomón y es, el encargado de nuestra seguridad.

Llega acuciosamente, al camerino de Sofía y Abel, mira el lugar con mucha discreción.

—Está bonito, a pesar de todo. Que no es un lugar apto, para que expreses tus dotes artísticas.

—Gracias, por llamarme artista—sonríe Sofía de inmediato.

—Si quieres, porque no tomas clases de bailes profesionales y puedes ser a futuro una coreógrafa de prestigio, y hasta puedes salir en videos musicales, con algunas artis
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