Mundo ficciónIniciar sesiónLo miré fijamente. No es que no tuviera razón, pero esa sensación de urgencia seguía bullendo dentro de mí. De estar en peligro y necesitaba un refugio para escapar del mundo seguía aprisionando mi pecho.
—No le encuentro nada de extraño —respondió de nuevo apoyando su cabeza en mi hombro mientras bostezaba. —Pero también me insistía mucho que, si un día me quedaba sola, no olvidara que ellos me amaban —seguí diciendo, sin poder quitarme la sensación de que había un mensaje, un significado en esa frase—. Era como si supieran que les podía pasar algo. Mi mente seguía conectando hilos invisibles, creando teorías que ni siquiera tenían sentido. Y, sin embargo, ahí estaba yo, con un hacha en la mano y una intuición tan fuerte que hacía que el corazón me martilleara en el






