52. LA ESPERA DE PARIS.
"Perder la paciencia es perder la batalla"
Mahatma Gandhi.
Y yo tenía la paciencia suficiente como para esperar a que Stan estuviese listo.
Por diferentes fuentes me enteré de que Alice no había durado mucho más que un día en la ciudad y luego simplemente había desaparecido. Dejando además otro corazón roto, el de un chico de su escuela, uno que apareció en el mapa cuando llegó a la universidad y se fue a los golpes con Stan, que aunque pudo darle batalla se quedó quieto y al final terminó dándole un golpe certero, cuando se canso de ser golpeado.
Mientras tanto yo anhelaba el día en el que Stan llegara a mis brazos y se quedará conmigo por voluntad propia. Lo necesitaba, lo quería y si, continuaría esperando a que las cosas pasaran para nosotros.
Lo que empezaron siendo días, se convirtieron en semanas, que pasaron a ser meses y luego casi un año. El comportamiento de Stan cambió drásticamente, constantemente sus amigos, los pocos muy pocos que tenía, lo sacaban a rastras de bares,