Capítulo XXXIII: Consagración de mi Bebé...
-¿Y bien, le quedó claro?
-Más que claro, debiste ver sus caras…cuando apunté al bastardo
-Que cruel esposo – sonriendo siniestramente
-No más cruel que Carlos y esa cualquiera – tocando el vientre de su esposa – ¿Cómo te sientes?
-Bien, es un bebé activo…se mueve mucho…
-Y será enorme – dando una sonrisa – bien vamos…no pienso volver a esta casa…
El carruaje parte, mientras que Carlos pide por su médico…
…
En el palacio, Cecilia se encuentra descansando, después de haber llorado todo lo que quiso y de ser consolada por Alfonso, ahora está siendo vigilada por sus doncellas y esclavos, cuando ven a Cecilia despertando así que Santiago se dirige a ver a Alfonso, mientras que Felipe, Clara y Lorena se quedan esperando por las órdenes de su señora.
-¿Cómo se siente Doña Cecilia?
- ¿Desea algo?
-Estoy mareada…me siento cansada
Las damas y el esclavo apenas se miran, cuando Lorena descubre a Cecilia y los gritos no se hacen esperar – ¡vayan por el médico! ¡¡¡su majestad!!!
Alfonso entra cor