DAVID

Mis ojos recorren su cuerpo con avidez, el puro deseo guía mis pasos mientras avanzo hacia ella y llego a su cintura.

—¿Qué quieres de mí, amor?— Murmuro, entregándome por completo a la sensación de posesión en mi pecho, deslizando mi nariz por su cuello para obtener más de su tentador aroma. Me volví loco cuando la vi hablando con Gilliard, aunque sabía que el bastardo estaba loco por Delilah, sentí celos. El idiota sabía que su acto llamaría mi atención y me haría actuar, lo h