CAPÍTULO 80. El infierno
CAPÍTULO 80. El infierno
Quizás aquella no era la mejor forma de hacer las cosas, pero Elijah estaba tan frustrado que no se había puesto a pensar en las sensibilidades que podía herir al llevar a Josselyn a su casa. Era la que tenía, la otra Lynett la había incendiado, la había incendiado tratando de escapar de él…
Aquellos pensamientos atormentaban a Elijah un momento sí y otro también, como si los hechos, verdades y mentiras colisionaran en su cabeza a cada minuto.
—Esta es tu habitación —murmuró empujando la silla de ruedas hacia una de las habitaciones que daban al jardín, y por supuesto no había cometido el error de ponerla en la misma donde se había quedado Lynett porque… bueno, porque aunque no quisiera reconocerlo, era incapaz de ver a ninguna otra mujer acurrucada en aquel diván.
—¿Disculpa? —fue la respuesta de Josselyn y Elijah se detuvo en seco.
—¿Qué pasa?
—¿Cómo que mi habitación, Elijah? —replicó ella—. Se supone que tenemos “nuestra” habitación. Somos marido y mujer a