Desperté poco a poco y sentí un dolor en mi muñeca, deje escapar un pequeño grito ahogado cuando intente sentarme, me dolía todo mi cuerpo, maldito Luke el muy idiota debió cargarme como costal de papas por muchas horas, mire mi muñeca y estaba cicatrizando la herida que Luke me había hecho con sus colmillos, por unos segundos había olvidado lo que había pasado, fueron los 15 segundos más felices. 

Caí en el suelo y me aferre a mis rodillas, lloraba sin consuelo, sollozaba y gritaba sobre una almohada que había puesto encima de mis rodillas, era un dolor desgarrador, me mataba poco a poco. 

—Jane....