Ingrid hizo un gesto pensativo, llevando su mano a su mentón.

—Solo estoy en este pueblo de paso, tengo que ir al Norte del territorio de un lobo. Muy, muy al norte, donde la nieve lo cubre todo~ es un viaje largo y cansado, pero… Si no tienes nada mejor que hacer, pequeño "brujo", ¿Por qué no vienes conmigo?

Él se sorprendió por un instante, y de inmediato asintió.

—¡Iré con usted, señora!, gracias…

—Jaja~ sin tanta educación~ —se echó a reír la mujer. En medio de la lluvia, ella hablaba en voz baja sin ser escuchados por los lobos de ese pueblito que se ocultaban en sus casas esa fría tarde gris de otoño—. ¿Está bien si te llamo "Falco"?, es un nombre que me gusta. No tuve un niño, así que no lo pude utilizar…

—Sí. Me gusta… —dijo Falco, viendo detenidamente a Ingrid, y sus vendas empapadas por la lluvia que escurrían el rojo de su sangre.

—¿Quién le hizo eso, señora?

—¿Atacarme?, fue una pelea muy… "Divertida", un lobo que no quiso perder algo, me hirió así, pero est