"Un par de orbes negros que la miraban en una solemne oscuridad y unas manos que apretaban su delgado cuello."Ésto había sido una pesadilla muy recurrente que perturbaba a Bethany en sus primeros días de haber despertado del coma. Siempre creyó que era producto de su fantasioso subconsciente, relegando su importancia. Por supuesto que lo iba a creer así, no tenía sentido darle otra explicación.
Una azafata llegó para extraerla de sus pensamientos. Le ofreció una Margarita que Bethany aceptó sin pensarlo dos veces.
-Ya es el tercero. -Hizo la observación el italiano.
Estaban a cientos de metros del suelo, abordo del avión privado de Ciro; iba rumbo a su luna de miel. Bethany no dijo ni hizo nada, solo se bebió su copa de licor perdiéndose en el manto blanco de nube que sobrevolaban.
-¿Quieres hablarme de lo que te está pasando? -Insisti&