—Charlotte, oye, despierta...
Su mujer se removió, pero no se despertó. Patrick volvió a darle un codazo.
—¿Qué? —, preguntó somnolienta.
—Sal de la cama—, dijo Patrick.
—¿Qué? —, preguntó ella, confusa.
—Es una cama de hospital y se supone que sólo puede llevar a un paciente. Bájate—. Volvió a darle un codazo.
—Dios mío—, salió disparada de la cama.
—¡Eh! ¡Cuidado! — Había arrastrado la manta con ella.
—¡Lo siento!
—¿Cómo has acabado a mi lado? —, preguntó divertido.
—No tengo ni idea—, respondió ella con sinceridad.
—No sabía que eras sonámbula.
—No lo soy.
—Entonces seguro que sí—, se ri&oacu