Era casi medianoche cuando finalmente salieron del cine y Patrick estaba obviamente agotado. Estaba haciendo de canguro de Willie y no era tan fácil y luego vio dos películas seguidas, la última de las cuales no disfrutó tanto como ella.
Cuando llegaron a casa, se durmió en cuanto cayó en la cama.
— Oye, Patrick, ¿no vas a cambiarte?— , le dio un codazo.
— Hmm...— , dijo él desde las almohadas.
Charlotte suspiró y salió de la cama para dar vueltas a su lado. Le quitó la ropa, dejándole sólo los calzoncillos, y volvió a su lado de la cama.
Sus brazos la rodearon con naturalidad en cuanto la sintió a su lado. Charlotte sonrió y olfateó su pecho desnudo, rodeándole la cintura con los brazos, apretándose más. Un gesto sencillo, pero le gustó.
Mierda, otra cosa más que echaría de menos.
*
El día siguiente se lo pasó insistiéndole para que volviera al cine y terminara aquellas películas.
— Vamos, esas entradas las compré yo. ¿Entiendes? Las compré yo— , le sacudió el brazo.
Él se atragantó