El nuevo pasante

- Violeta -

- ¿Ah sí? Pues dile que ni se atreva a hacerlo, porque tengo a la mejor abogada de todo Londres capaz de culparlo hasta de haber puesto el iceberg en frente del Titanic para matar a Jake y poderse quedar con Rose - bromeo con falsa molestia

- Se lo recordé, pero dijo que si eso no funcionaba mandaría a tu tío a un asilo, a Noah a una prisión de alta seguridad, a Miguel a un retiro espiritual en África y a ti a un convento de España. También me ofreció que si aceptaba ser su cómplice me daría tu puesto - dice con voz amenazante

- En serio ¿Y tú qué hiciste? - pregunto tratando de contener la risa

- Lo golpee en el estómago con mi bolsa - contesta apenada

El solo imaginarme la escena me hizo estallar en risas seguida por Tina.

- ¡Pobre de mi hermano, con lo pesada que es tu bolsa le debiste haber sacado hasta su primera papilla! - comento sin dejar de reír - pero eso le pasa por andar de traidor ambicioso -

Cuando logramos controlar nuestras carcajadas tratamos de ponernos serias para continuar con el trabajo.

- Bueno si eso es todo puedes retirarte - le ordeno

Ella asiente con una sonrisa para después salir de mi oficina.

Cuando me encuentro sola empiezo a revisar todos los trabajos que tengo pendiente. Después de la muerte de mi padre pasamos varios días discutiendo de quién se haría cargo de la empresa y no porque ninguno quisiera hacerlo, más bien era todo lo contrario. Ahora todos queríamos darle honra a nuestro padre continuando con su legado, así que para no terminar descuartizandonos entre nosotros, decidimos dejar al tío Cesar, esposo de mi tía Celeste, como el Director ejecutivo, al final de cuentas él era socio de papá y conoce del trabajo mucho mejor que nosotros.

En cuanto a mis hermanos, dejaron sus carreras de la universidad para empezar a trabajar en la constructora, a la vez que estudiaban en línea para recibirse como arquitectos. Por mi parte cambie mi formato de estudio en la preparatoria para asistir a un college de enseñanza terciaria, donde los estudios y diplomas son más prácticos y están relacionados directamente con el área laboral que uno elija. Así pude familiarizarme más con la arquitectura y al cumplir 18 pude iniciar a trabajar mientras estudiaba la universidad en línea, al igual que mis hermanos.

Ahora todos tenemos un título y un buen puesto en la empresa. Noah es Director de proyecto, Erick es Gerente de compras y recursos humanos, Miguel es Director de mercadeo y finanzas y yo soy Gerente de ingeniería. Tal vez ninguno de nosotros pudo cumplir su sueño de trabajar en lo que considerábamos nuestra pasión, pero aun así amamos nuestro trabajo porque es lo que papá amaba hacer y de cierta forma trabajar aquí nos hace sentirnos unidos a él.

Después de más o menos una hora, escucho que tocan a la puerta.

- Adelante - admito el paso, a lo que entra Tina

- Violeta, tu hermano Erick pide verte en la sala de juntas - me avisa

- ¿Te dijo para que me necesita? - interrogo sin despegar la vista de los papeles

- Me parece que es por lo de los nuevos pasantes - responde con formalidad

- ¡Aash! Ya lo había olvidado - me quejo - esta bien gracias, ya voy para allá -

Cristina sale de mi oficina sin decir nada más y yo me recargo en el respaldo de mi silla. Ya estoy demasiado ocupada como para agregarle tener que cuidar a universitarios que se creen mucho solo porque se sienten independientes por vivir en el campus de su escuela y sin necesidad de trabajar para pagar sus libros, porque se los pagan sus padres. Solo espero que se tomen en serio las prácticas y no se la pasen perdiendo el tiempo en coqueteos, o bromas estúpidas. Porque prometo que al instante en el que demuestren falta de profesionalismo, los corro de la empresa y me vale que no se gradúen.

Toda empoderada pero también con desagrado, salgo de la oficina y me dirijo a la sala de juntas, que está en el piso de abajo, aun así decidí tomar las escaleras. Me hará bien caminar un poco, además de que alargo el tiempo de tener que conocer a esos niños mimados que se creen adultos, no me lo tomen a mal, pero no quiero inmaduros en la constructora de mi padre.

Cuando voy caminando por los pasillos que llevan a la sala de juntas, noto al gallinero alborotado como diría Brisa. Osea que todas las mujeres que trabajan en esta área están cuchicheando emocionadas, normalmente eso pasa cuando ven a mis tres hermanos juntos, pero no creo que este sea el caso porque se supone que solo Erick está aquí. ¿Me pregunto a que se deberá?

- ¡Pero qué hombre! - exclama una de las chicas

- ¿Viste sus ojos? - pregunta otra

- Y ese cuerpazo - añade una más

- ¡¡Para comérselo!! - corean las tres

"Viejas locas, así de urgidas han de estar"

Estoy de acuerdo con mi subconsciente, pero no por eso voy a permitir que anden babeando por los pasillos en vez de estar trabajando. Hacen que me vuelva a doler la cabeza. Así que taconeo con fuerza para que noten mi presencia y de a paso sepan que estoy molesta. Las tres, al notarme se quedan calladas y fingen acomodar unas carpetas.

- ¿Ya está aquí el Gerente de recursos humanos? - les pregunto obsevándolas con la mirada de perra empoderada que he adquirido con los años

Cuando hablo con los empleados siempre me refiero a mis hermanos por sus puestos en vez de usar sus nombres, para mostrar el profesionalismo que a muchas de aquí les falta.

- Sí señorita, está en la sala C - responde una de ellas con nervios

Continúo mi camino sin decir nada, hasta que llego a la puerta y me giro hacia las chicas que aún se mantienen en el mismo lugar.

- Saben, en el zoológico están solicitando a los cotorros más adiestrados en meterse en lo que no le importa, tal vez deberían mandar su currículum... Porque ese será el único trabajo que conseguirán si las vuelvo a ver perdiendo el tiempo contando chismes de oficina - las amenazo con firmeza - ¡Aquí se les paga por trabajar, no por andar de arguenderas! -

- Lo sentimos señorita, no volverá a suceder - se disculpa otra de las chicas

- Claro que no volverá a ocurrir - afirmo con una risa falsa - de mi cuenta corre que así sea... ¡A trabajar! -

Las tres se exaltan al oír mi demanda y se van cada una a su escritorio aún con el miedo en sus miradas. Ya arreglado ese asunto toco la puerta para avisar mi llegada y sin esperar respuesta entro a la sala. De inmediato percibo el aroma de una colonia de hombre, sé que no es de mi hermano porque la que usa él se la regalé yo y no huele así. Es una fragancia de roble y menta, que por alguna razón se me hace demasiado familiar y me produce un extraño placer que me hace cerrar los ojos.

- Otra vez amenazando a los empleados - me reclama Erick con un deje de burla

Opps, creo que me escucho.

- Ya sabes que no me gusta tratar con parásitos - bromeo

Aunque mi hermano sabe que lo digo en serio, también lo digo para hacerles saber a los nuevos empleados que esta es una empresa seria y que se les exigirá lo mismo al trabajar aquí.

- Te aseguro que con estos chicos no tendrás ese problema - asegura con una sonrisa

Obviamente solo lo dice para no aterrar a los pasantes. En ese momento dirijo mi mirada a los universitarios que están de espaldas a mí, son una mujer rubia (teñida) y un hombre delgado pero con cuerpo trabajado. Obviamente él es quien está usando esa colonia y también es el culpable de que las hormonas de las secretarías acabaran con las pocas neuronas que tenían. Aunque no las culpo del todo, a pesar de no tenerlo de frente se nota que tiene un buen porte y a la vez un aura de rebeldía, pero no se hagan ideas que no me agrada para nada. Lo último que me faltaba era estar controlando las conquistas de un mujeriego empedernido.

- Lila, ellos son los pasantes que trabajarán para ti - me dice poniéndose todos de pie - señor, señorita, ella es mi hermana, la Gerente de ingeniería -

La rubia se gira hacia mí y me saluda con una sonrisa más falsa que su nariz, lo que ya es mucho decir.

- Pamela Simons - se presenta - me da mucho gusto poder trabajar para usted, me siento muy honrada -

Y eso fue todavía más falso.

- Gracias, espero mucho de ustedes - yo si hablé en serio

Me concentro en el hombre mata neuronas que todo este tiempo se ha mantenido callado y de espaldas a mí. Cuando por fin se voltea siento que el mundo se me cae a pedazos, ni siquiera soy capaz de mantener la sonrisa falsa que tenía hace unos segundos.

¡¡ES ÉL, M*****A SEA ES ÉL... ESTO TIENE QUE SER UNA PESADILLA. ÉL NO PUEDE ESTAR AQUÍ, NO AHORA!!

- Es un placer conocerla señorita, soy Jared Vega - se presenta extendiendome la mano

- Violeta Sandoval - digo a penas, obligándome a respirar

Levanto mi mano lentamente para estrecharla con la suya, pero está me tiembla sin que lo pueda evitar. Jared parece notarlo, por lo que toma mi mano con firmeza pero también con discreción. Nuestras miradas se mantienen fijas una con la otra. Estoy segura de que mi cara es todo un poema, mientras que la suya se ve totalmente tranquila y sin rastro de sorpresa. Si no fuera por el brillo en sus ojos grises y esa sonrisa maliciosa, que nunca antes había visto, diría que ni siquiera me recuerda.

De pronto siento que el aire me falta, la cabeza me duele aún más fuerte y todo me da vueltas, trato de mantenerme en pie pero me es imposible. Empiezo a tambalearme y cuando creo que estoy por caer, Jared me jala hacia él y con un movimiento rápido, rodea mi cintura con sus brazos, pegándome a su pecho. El contacto de nuestros cuerpos solo logra hacerme vibrar sin control.

- Tranquila, ya estás conmigo y no pienso soltarte - me susurra al oído con el volumen suficiente para que solo yo pueda escucharlo

Puedo notar el doble sentido en cada una de sus palabras y esa idea es más que suficiente para hacerme desvanecer por completo...

. . . 🏡 🏡 🏡 🏡 🏡 🏡 . . .

Y que se nos desmaya la muchacha. Ni que fuera para tanto, con lo normal que es reencontrarte con tu primer amor después de 5 años y con la novedad de que ahora eres su jefa. Casual.

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