- Violeta -
A la mañana siguiente desperté casi al medio día y solo fue gracias a que Brisa entró a mi cuarto para que saliera a almorzar. Salí a regañadientes, lo que menos quería era estar fuera de la cama. Al pasar por el ventanal no pude evitar mirar hacia la acera, donde a mi parecer ayer me había estado observando con aquella sombra extraña. De solo recordarlo un extraño escalofrío recorrió mi espalda, pero no quise darle mucha importancia.
- Tengo una idea, ¿Porque no nos vamos de fiesta para animarnos un poco? - sugiere Brisa mientras comemos
- Estaría bien, ya hace tiempo que no salimos las tres juntas ¿Que dices Lila, te apuntas? - me pregunta Tara
- Vayan