29/ ¿Qué podría salir mal?

19 de marzo 2022

Narrador Omnisciente

Horas antes de entrar al edificio y salvar a Estrella.

—Entonces, antes de que vuelvas a quedarte en shock por lo que te he dicho, vamos a repasar el plan —Heikel suspiró teatralmente y Archer siguió pensando que el hombre se tomaba todo como un juego —. Rebeka queda afuera, vigilada por varios de mis hombres. Ella debe estar atenta a cuando tú, Archer, bajes. Te irás con ella. Rebeka no se mueve de allí. No entra. No hace otra cosa más que obedecerme. ¿Entendiste, Rebeka?

Él no miraba a nadie en específico, pero al hacer esa última pregunta volteó a mirar a Rebeka y ella tenía sus brazos cruzados.

—No es justo… —intentó protestar, pero Heikel levantó su mano y la hizo callar.

—Si quieres que tu nieta se salve es mejor no cometer errores. No estoy para estar pendiente de otras personas. Puedo hacer varias cosas al mismo tiempo, pero esta vez se trata de una niña que me importa demasiado y no pienso correr el riesgo por más que se trate de ti. También me importa Farah, y por su bien, preferiría que estuviesen a salvo tanto su madre como su hija, pero si tengo que elegir entre Estrella y tú, ten en cuenta que Estrella es mi prioridad ahora y siempre. Este es el momento para decidir si me haces caso o te vas de aquí.

—Tampoco le hables así —Intervino Archer.

Rebeka suspiró y asintió.

—Tiene razón. —Dijo, refiriéndose a Heikel. Volteó a mirar al mencionado y la súplica era clara en su rostro —. Lo que importa es traer a salvo a Estrella. No haré nada que nos ponga en peligro. Puedes enfocarte solo en ella, prometo no ser un estorbo.

—Ya nos vamos entendiendo.

—¿Por qué dices que debemos aprovechar la debilidad de Adelaida por mí? —Preguntó Archer, atrayendo la atención hacia él.

—Tienes que distraerla hablando lo más que puedas mientras yo hago mi trabajo.

—¿Qué se trata de…?

—Observar. Ver puntos débiles. Ver sus herramientas y cómo puedo combatirlas. Ser la mente maestra, el estratega.

—Arnold te veía como un hijo —soltó Rebeka de repente.

—Eso es porque él no sabía nada acerca de mi familia y a lo que se dedica. De haberlo sabido, no hubiese dejado que me acercara a su hija, y mucho menos a su nieta. Era un hombre correcto, y eso es lo que siempre admiré y seguiré admirando de él.

Archer se sorprendió al ver cómo Heikel cambiaba de faceta en un santiamén. En un segundo estaba divertido explicando todo lo que debía hacerse para el rescate de Estrella, y al siguiente la seriedad se hizo paso en todo su rostro. Nunca creyó ver a un Heikel formal y honesto. Sobre todo, honesto.

—Ve y salva a mi nieta.

Ella planeaba retroceder e ir a esperarlos en el auto. Sabía que no sería rápido. Debía esperar lo que fuese necesario hasta que Heikel y Archer bajaran con Estrella.

—Debes escuchar el resto del plan. No pensarás que solo te quedarás sentada y ya… ¿verdad?

—¿Qué…? —Volteó y lo miró con el ceño fruncido.

—Me haré el héroe, pero saldrá mal. Le dejaré creer que al final ella tiene el control y que ganó. Y como ya me he estudiado este tipo de casos donde la obsesión se hace presente, sé que ella intentará llevarse a Archer. A lo mejor querrá un intercambio, Estrella por Archer, o querrá llevarse a ambos. La dejaré tener el control, ella intentará irse y, por ende, tendrá que bajar hasta acá.

>>En cuanto lo haga, Snape, un francotirador de alto prestigio, estará esperándolos. Asesinará a quienes no sean Archer y Estrella, lastimará a Adelaida para que no tenga fuerzas de tomar represalias, pero no la dejará inconsciente, y es aquí donde caerá en su propia trampa…

—¿A qué te refieres? —Rebeka se acercó a él.

—Dejaré un arma cerca de ella, e intentará matarte. O al menos espero que esa sea su jugada. Espero que de verdad intente hacerlo, porque tengo a gente grabando todo para tener muchas más pruebas contra esta mujer, que la refundirán en la cárcel.

—Es decir que… —La suegra de Archer comenzó a temblar —. ¿Voy a morir? ¿Ella me disparará?

Heikel la miró incrédulo y rodó sus ojos sin poder creer lo que escuchaba.

—Heikel, necesito que te expliques, porque no estoy entendiendo. Si habrá algún sacrificio aquí, entonces debo ser yo —habló Archer, colocándose al lado de su suegra y rodeando sus hombros. Dándole confort.

—No quieras venir a hacerte el héroe, Archer. Y tú —miró a Rebeka —. Dejemos el drama que aquí nadie se sacrificará. Solo lo haré yo. Estaré a tu lado, me interpondré y ella me disparará a mí.

—Cada vez me gusta menos el plan —dijo Rebeka.

—Todo saldrá mal —dijo Archer.

Heikel resopló.

—Tengo un chaleco antibalas que ni los altos mandos de las fuerzas especiales tienen, porque es un producto único que me regaló un colega en diciembre. Fue un pendiente por un favor que me debía. Les juro que estaré bien. ¿Qué podría salir mal?

Y entonces, decidieron dejar de hablar y ponerse manos a la obra.

{-}

21 de marzo de 2022

Farah Brownbear

—¿Estas segura que estás bien? ¿Necesitas que haga algo por ti, vida mía? —Me siento al lado de mi hija.

A pesar de todo lo que me contó Archer que ocurrió, ella se ha comportado como siempre. Dice que tiene una abuela malvada que quería separarla de mí y quedarse con su papá. Tenemos que trabajar en eliminar ese tema de su cabeza, pero fuera de eso, se le nota como la misma niña de seis años que siempre ha sido. Archer la protegió lo más que pudo. Evitó que de dijeran palabras o hubiese conversaciones que pudieran quedarse en su cabecita, así como también evitó que ella presenciara o viera a esas personas morir.

El chófer de Adelaida y Edward.

Y ni hablemos de si hubiese visto lo que ocurrió con su tío Heikel, quien ahora descansa en una de las habitaciones de la planta baja siendo atendido por un médico familiar.

Fue muy dificil querer ayudarlo porque sus propios guardaespaldas casi no dejaban que nos acercáramos a él. Tienen un protocolo bastante agresivo para poder mantenerlo con vida. Olvidaba la importancia de ese hombre en su país, y aunque no sea de buena manera, importancia es importancia.

Estrella voltea a mirarme y me sonríe. Yo le sonrío de regreso y dejo un casto beso en su frente. Ella continúa en lo suyo y yo tan solo la observo ser feliz. Tiene un pincel en sus manos. Está pintando, muy centrada en ello. La pintura ha manchado la alfombra, pero eso es lo menos que importa.

Todo lo que me interesa es que esté bien. Que estemos bien.

—Estoy muy bien, mami.

Asiento y de mis labios brota un suspiro de alivio.

—Me alegro, mi pequeña.

—Estoy dibujando a mi papi con una capa de superhéroe porque fue mi salvador.

—Tu papá siempre será tu salvador. Y tú siempre serás la niña de sus ojos.

—Lo amo mucho, mami. Gracias por regresar con él.

Sé que lo dice con toda la inocencia y sinceridad del mundo, y aunque llevo arrepintiéndome desde hace un tiempo por no haber actuado antes, por no haber dejado que Archer conociera a su hija desde que esta nació, sé que tuve la fuerza suficiente para hacerlo ahora. Por lo menos no fue tarde.

Tengo a mi lado a un hombre que es capaz de perdonar, amar y cuidar con toda la intensidad del mundo. Que no se limita y que mucho menos se cohíbe en demostrar su fortaleza y sentimientos. Tengo al mejor hombre del mundo.

Y esta vez será un para siempre.

Él, Estrella y yo. Por siempre.

Sonrío.

Beso una vez más la frente de mi hija y la dejo en su habitación pintando a su papá como superhéroe.

Salgo y me encuentro con Aarón en el pasillo. Él junto con Stella van a la habitación de mi pequeña y estarán allí por un rato. Aarón le quiere dar algunas clases de pintura.

Hoy hay mucha gente en casa, lo cual aprecio. Necesitaba sentir que podemos contra todo, y que, para ello, tenemos todo el apoyo del mundo.

Sé que sola puedo lograr muchas cosas, pero se siente muy bonito cuando otras personas también creen en ti y en que puedes lograrlo.

Me acerco al living y encuentro a mi madre hablando con Archer, Stefan, y los padres de ambos. Me sorprende un poco verlos en eso, pero trato de integrarme, acercándome a Archer. Él me sonríe y estira su mano hacia mí. Mano que tomo con gusto. Me hace caer sobre él y sentarme en su regazo. Nuestros padres nos observan y trago saliva con fuerza, intentando reprimir el rubor que quiere tomar mis mejillas.

—Le decíamos a tu madre que tiene todo nuestro apoyo… —comienza a decirme Karla, la madre de Archer —. Y, demás está decir que tú también cuentas con ello.

—Yo todavía estoy consternado por todo lo que hizo mi madre. Le debo una disculpa incluso a mi propio hijo. De haber sabido que también estaba él en peligro, yo mismo la hubiese encerrado en un manicomio.

—Un manicomio no era digno de ella —dice Archer.

—Mi abuelo está devastado. Sigue sin poder creer que Adelaida fue capaz de todo eso. No reconoce a la mujer con la que ha vivido toda su vida —exclama Stefan.

—Es entendible —responde Rebeka.

Yo observo a mi madre y me entra una nostalgia enorme al recordarla con papá. Ellos eran todo lo que estaba bien en el mundo. Mi padre la trataba con tanta delicadeza, admiración y devoción. Ella era su reina.

Entiendo perfectamente por qué quedó tan mal luego de perderlo. No me imagino estando en su lugar. De perder a Archer, yo moriría en vida.

Y entonces, miro a Archer. Sonrío y escondo mi rostro en su cuello. Suspiro su aroma y me embriago de él, de su esencia.

—Te amo —susurro de la nada. Él baja su mirada y me observa con esos diamantes que tiene por ojos. Su sonrisa ilumina mi día. Y, aunque me da un poco de vergüenza el saber que sus padres, su hermano y mi madre me miran, he decidido que no me importa.

A partir de hoy me dedicaré a demostrarle a él, a Estrella y a Rebeka, todo el amor que tengo para darles.

Y trataré de no ser tan… mala persona, con el resto.

—Te amo —corresponde con una radiante sonrisa en sus labios. Sonrío y beso su barbilla antes de escabullirme de sus brazos.

—Iré a ver a Ángel.

Camino con rapidez, saliendo del living y cuando paso por la cocina arrugo mi nariz. Me asomo y miro a Rosa cocinando uno omelettes de espinaca, zanahoria, jamón y queso.

Siento que me marea ese olor tan fuerte.

—¿Puedo cerrar esta puerta? —Le consulto.

—Por supuesto. ¿Quieres que te sirva el desayuno junto con los demás?

Vuelvo a arrugar mi nariz ante la pregunta. Quiero salir corriendo, no soporto el olor.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo